¿Cómo curar el hipo de mis hijos?
Al hipo se lo considera como una reacción a disturbios digestivos, lo que lo vuelve complicado es la molestia que genera. Todos los remedios existentes se enfocan en abrumar el nervio vago con otra sensación y la respiración.
Aquí te proponemos unos tips que pueden ayudar a cualquier miembro de tu familia, principalmente si tienen hijos pequeños, ellos sufren con más frecuencia de este malestar.
Comer azúcar: Una cucharadita en la parte de atrás de la lengua llega directo a las papilas gustativas.
Tapar los oídos del afectado: Puede taparse los oídos con los dedos, esto provocará que el nervio vago reaccione al estar estimulado por medio del sistema auditivo.
¡Sustos!: Es el truco más conocido y más antiguo, pero aún eficiente porque también estimula al nervio vago, dándole una nueva sensación que procesar y terminando así con el hipo.
Beber agua: Calma los nervios e interrumpe la repetición del hipo, mejor si se hacen gárgaras antes de digerirla.
Cosquillas en el paladar: Haciendo cosquillas en los puntos sensibles del paladar el afectado, con un cotonete o hisopo.
Aguantar la respiración: Tapando la nariz y la boca, hay que retener el aire el mayor tiempo posible o hasta que el hipo se detenga.
La bolsa de papel: Se puede respirar dentro de una bolsa de papel para aumentar la cantidad de dióxido de carbono en la sangre, lo que provocará que el cuerpo tenga la urgencia de deshacerse de ella y se distraiga del hipo.
Tomar antiácidos y comer más despacio: Un antiácido de magnesio puede ayudar con el hipo, pero comer de forma adecuada es un preventor natural del hipo. La gente que come rápido generalmente no digiere de modo adecuado los alimentos, lo que la vuelve más propensa a sufrir estas molestias, pero si se mastica debidamente, con pausas y con pequeños sorbos de bebidas, el consumo de aire será mínimo evitando que aparezca el hipo.