¿Hacer o no hacer ejercicios durante el embarazo?
Descubre la verdad detrás de tantos cuidados
Existen muchos mitos y creencias alrededor del embarazo, seguramente escucharás muchos consejos de quienes han sido madres o gente que ha estado cerca de alguien embarazada, sin embargo, es necesario que solo prestes atención a las personas que están calificadas por su conocimiento sobre el tema, nadie mejor para dirigirte, que ellos. Debes saber que uno de los mitos más famosos, es que durante el embarazo es indispensable mantener reposo o una vida totalmente sedentaria, pues no es así, de hecho, médicos y entrenadores recomiendan que la mujer embarazada debe mantenerse activa, realizar ejercicio con una única condición: que no se extralimite y tenga cuidado con los tipos de movimiento que vaya a realizar.
En otras palabras, si eres una mujer sana y no se han presentado problemas durante el proceso de embarazo, puedes llevar una vida “normal”. Esto implica que nunca hayas tenido complicaciones cardiacas, hipertensión o dolencias ciáticas, y durante el embarazo no se te haya presentado trastorno de placenta previa, sangrado, retraso en el crecimiento intrauterino o desprendimiento de la bolsa.
Si tu médico te indica que puedes realizar actividades físicas, obtendrás una serie de beneficios para ti y tu bebé. Evitarás los comunes problemas digestivos, tu tensión arterial mejorará, tonificarás tus músculos y prepararás tu cuerpo para tener mayor resistencia al momento de dar a luz, inclusive reducirás las probabilidades de tener que pasar por una cesárea o trastornos permanentes de incontinencia urinaria provocados por un descenso de la vejiga.
Si realizabas deporte antes del embarazo, no pares, continúa, pero baja el ritmo si se trataba de una actividad muy demandante que implicaba alto grado de resistencia y ritmo elevado. Tus rutinas deben ser tomadas con más calma, debes hidratarte más y controlar mucho mejor tu respiración para evitar el agotamiento.
Si llevas una vida sedentaria en la gestación, obtendrás consecuencias negativas, como pesadez y calambres en las piernas, dolores de articulaciones y retención de líquidos; otros problemas que suelen aparecer son: estreñimiento, hemorroides, aparición de várices, aumento de peso y posiblemente complicaciones para ti y tu bebé.
Pero, ¿es lo mismo realizar cualquier actividad física a las actividades exclusivas para embarazadas? En realidad, existen diferencias, los ejercicios indicados para embarazadas te ayudan a trabajar de mejor forma la musculatura del cuerpo, con énfasis especial en la flexibilización de la pelvis y la tonificación muscular con el fin de crear beneficios a futuro al momento del parto y la pronta recuperación de la madre. Lo que importa, más allá de hacer ejercicios para el embarazo, es la dirección del profesional que te acompañe y verifique que estás realizado correctamente cada movimiento, solo así obtendrás resultados positivos.
Los ejercicios que realices deben adaptarse a cada etapa de tu embarazo, recuerda que tu capacidad física cambiará acorde el trimestre por el que estés cruzando. Los 3 primeros meses son los más delicados ya que es la etapa en la que el embrión se está implantando, por lo que debes evitar los esfuerzos, aunque te sientas todavía ágil y ligera. Si no hacías ejercicios antes, es preferible que comiences a hacerlos luego de la semana 12.
Luego de la semana 12, cualquier estrago que hayas tenido del embarazo disminuirá o desaparecerá, te sentirás con más vitalidad y este será el mejor momento para que te ejercites, aunque tu pancita ya esté creciendo. Es por esto que los ejercicios deben adaptarse a ti. Por ejemplo si estás en las últimas 3 semanas debes evitar las piscinas, ya que el tapón mucoso se reblandece y el contacto con el agua de estos sitios pueden provocar una infección. En cambio ejercicios como los pilates, son actividades que puedes llevarlas a cabo hasta un día antes de dar a luz.
Lo importante es que pidas la recomendación de un especialista en actividades físicas combinadas con el embarazo. Evita los deportes de impacto como correr, boxear o baloncesto para evitar daños en la musculatura pélvica y posibles caídas.
Ten cuidado con la intensidad, recuerda que debes evitar los excesos. No debes agitarte, y esto lo podrás medir si eres capaz de mantener una conversación sin agitarte.
Camina 30minutos diarios, ir a la tienda, caminar a tu casa o por el parque mientras paseas al perro, cuentan como ejercicio.
Cada embarazo es diferente porque cada mujer es diferente, así que la rutina de ejercicios debe adaptarse a ti sin importar nada.
Y siempre consulta siempre con tu ginecólogo y coméntale los tipos de ejercicios que realizas. El es la mejor guía de tu embarazo.